Las plantas que tienes en tu hogar son una constante
compañía, siempre y cuando le des los cuidados y la atención necesaria para que
se mantengan verdes, frondosas y llenas de vitalidad.
Mantener el agua suficiente
Debes cuidar de que cada planta tenga la cantidad necesaria
de agua. La tierra del cultivo o de la maceta debe estar siempre apenas húmeda,
nunca seca ni inundada, pues demasiada agua podría provocar pudrición, mientras
que, si es escasa, la sequía alterará su bienestar.
La cantidad de agua que una planta necesita depende de
muchos factores, desde la tierra y su composición, hasta el tipo de planta y el
clima de esos días. Lo mejor es ir agregando el agua conforme lo vaya pidiendo,
es decir, analizando el color y el nivel de humedad de la tierra a su
alrededor.
Retirar las hojas muertas
Asegúrate de quitar las hojas muertas y las que estén en mal
estado para que la planta no envíe a esa zona sus nutrientes. Las hojas
muertas, podridas, alteradas por insectos y las flores que ya cumplieron con su
ciclo quitan fuerzas a la planta, pues esta se esmera en alimentar y cuidar de
estas zonas afectadas. Lo mejor es retirar las hojas en mal estado
constantemente, para que las partes vivas conserven su buena apariencia y
salud.
También asegúrate de que la planta esté bien podada o
formada, pues si se abre demasiado hacia arriba causará que las hojas de abajo
no reciban sol. La planta debería tener sus hojas en exposición a la luz solar,
en la cantidad que cada variedad necesite.
Preparar la tierra adecuada a cada especie
La tierra del cultivo debe ser siempre adecuada. Si es muy
arcillosa, el agua se encharcará, mientras que si es muy arenosa el líquido
drenará demasiado rápido, impidiendo que la planta beba lo suficiente. En lo
posible, coloca cada especie en tierras de cultivo adecuadas. Por ejemplo, las
tierras para cultivo en maceta procuran más humedad, menos temperatura, y mayor
nutrición, mientras que la tierra fértil para suelo mantiene mejor la
temperatura y distribuye los nutrientes eficazmente.
Una buena nutrición es fundamental; agrega los productos y
materia orgánica necesaria para cada variedad, ya sea disolviéndolo en el agua
de riego o mezclándolo con la tierra de la maceta, para que la planta esté
siempre verde y conserve su vitalidad.
Separar las plantas por especie
Para mantener las plantas verdes debes asegurarte de
quitarle la maleza y las amenazas. Si es pequeña y está ubicada por debajo de
otra más frondosa, no recibirá suficiente sol, y si está en tierra compartida
con otras especies y con malezas, no recibirá suficientes nutrientes. Lo mejor
es tener cada variedad separadas entre sí, ya sea por distribución de espacios
o en macetas y jardineras independientes, para que puedas ir agregando
nutrientes, moviendo y humedeciendo la tierra de cada planta conforme lo vaya
necesitando.
Con estos simples consejos podrás mantener tus plantas
siempre vivas y verdes, disfrutando de la mutua compañía.
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